Acechan entre las letras es una novela de aventuras y suspenso para jóvenes y adultos que mezcla expedientes, crónicas de campo y manual de supervivencia. André, nuevo recepcionista del Gremio de Aventureros de lo Profano, descubre que las reglas del mostrador no son caprichos: son sellos de contención. En este libro encontrarás suspenso sostenido, worldbuilding ingenioso y corazón, ideal para lectorxs de 13+ que disfrutan del misterio con chispa y una capa de terror cósmico amable pero inquietante. Lo mejor: cómo la biblioteca misma se vuelve personaje y cómo cada regla, violada o acatada, reconfigura el destino de todos.
Antes de continuar, debo aclarar qué es un aventurero de lo profano. Un aventurero de lo profano es alguien que, por curiosidad o estupidez propia, persigue los misterios que la mayoría de la gente decide ignorar o negar. Hablo de cosas como monstruos, fantasmas, críptidos, demonios, leyes, seres cósmicos y demás cosas que no sabemos cómo clasificar. En resumen, son aficionados, no profesionales entrenados para enfrentar estas cosas. De hecho, la mayoría de la información que tenemos proviene de los aventureros que sobreviven a sus encuentros con lo desconocido.
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REGLAS DEL GREMIO DE AVENTUREROS
Regla 1: Si suena el teléfono, no contestes. No tenemos ningún teléfono.
Regla 2: Solo los empleados pueden usar el baño.
Regla 3: Si ves una sombra en tu campo de visión periférica. Huye de inmediato y cierra con llave la puerta de la entrada. Espera fuera del gremio y comunícale esto a tu supervisor. No puedes irte a menos que lo indique tu supervisor.
Regla 4: No permitas que nadie sin una identificación del comité entre después de las 18:00 horas. Si por error dejas entrar a alguien, mantén la calma. Hay un arma bajo el mostrador. Úsala y reza para que las balas surtan efecto.
Regla 5: No aceptes ningún documento no solicitado. Si lo haces, tendrás que investigarlo a fondo.
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